La vida me ha permitido recorrer diferentes caminos, pisar nuevos suelos y descubrir nuevos sabores, miradas y culturas. Aún cuando Túnez no había estado dentro del top de destinos por descubrir, por trabado tuve la oportunidad de visitarlo y la verdad me quedó un recuerdo muy bonito. Si alguien me pregunta con qué identifico mi viaje a Túnez, las dos cosas que se me vienen a la mente son fresas y azul. El jugo de fresa es delicioso, sin importar donde se pida, su color es un color intenso, así como su sabor; se sienten los pedacitos de fresa, es una delicia. Y el azul, bueno, en cada camino que recorrí siempre encontraba una ventana, una puerta o una baranda azul. La Medina en Túnez le muestra a uno esos detalles particulares de la cultura Árabe, mosaicos, mercados, azules, y aroma de te de menta. Antes de Túnez, el único país que había visitado en el norte de África había sido Marruecos. Debo admitir que aunque Túnez me pareció lindo, Marruecos se queda sin lu
Con este espacio busco compartir los colores, olores, sabores, ritmos y sonrisas que he descubierto, para animar a quien lo lea y a mi misma, a seguir descubriendo el mundo, a caminar por lugares desconocidos, a bailar ritmos nuevos, a probar otros sabores y dejarse envolver por todas esas pequeñas sorpresas que el mundo tiene por ofrecer. La vida me trajo a India, y con este espacio también busco compartir mi experiencia de vivir en este increíble país.