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Tiger Nest |
Bután fue
para mí un destino realmente único, mágico. Generalmente para mis viajes compro la guía Lonely Planet para saber un poco más sobre el lugar que voy a
visitar y consejos sobre dónde comer o qué hacer. Honestamente la sección al
final donde le explican a uno más sobre el país la leo a medias. Esta vez, sin embargo, dado lo poco que conocía sobre Bután, la leí completa. Dentro de todo
lo que leí, una de las cosas que más me llamó la atención fue leer sobre las
cuatro verdades nobles del budismo. Estas cuatro verdades son las que unen la
ignorancia con la iluminación y el sufrimiento con la libertad. La primera
verdad es la verdad del sufrimiento. Está el sufrimiento por el envejecimiento,
la enfermedad y la muerte. La segunda verdad se refiere al deseo de querer las
cosas de una manera diferente a la que realmente son. La tercera verdad fue
descrita por Buda como el Cese Verdadero, la posibilidad de dar fin a todas las
desilusiones, deseos y ataduras. La cuarta verdad es la que le permite al individuo
superar las ataduras y los deseos en busca de la liberación. Esto me permitió
entender un poco más cuál es la búsqueda que los monjes budistas emprender y el
poder de la meditación. Cuando visitamos los templos, el guía nos contaba con
los budas habían meditado para poder combatir a los demonios. La verdad es que
al subir a Taktshang Goemba (Tiger Nest) y ver el monasterio ahí incrustado en
las montañas, es imposible no imaginarse una escena en la que demonios o dragones
son combatidos por aquellos que han logrado encontrar la iluminación.
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Punakha Dzong |
En Bután
visitamos 3 ciudades, Paro, Thimphu y Punakha. El fuerte más lindo fue el de Punakha.
Hoy dos tipos de edificaciones principales, Dzongs y Goembas. Los Dzongs son
fuertes y los Goembas monasterios. Los Dzongs funcionan también como centros
administrativos de los 20 distritos en Bután. El fuerte en Punakha es realmente
mágico, imponente, como sacado de un cuento.
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Paro Dzong |
Una de las
noches que estuvimos en Paro tuvimos la oportunidad de ver el Paro Dzong
iluminado. Se veía increíble, mucho más lindo que cuando lo visitamos de día.
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Monje camino a Tiger Nest |
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Tiger Nest |
En
definitiva Bután fue un lugar mágico. Un lugar que me transportó a otro mundo,
a otro tiempo. Si algún día tienen la posibilidad de visitar este país, definitivamente
vale la pena. Este es el link de la
empresa que nos ayudó con la organización del viaje.
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